Cuando consigues reunir a más de 3.000 personas en apenas cuatro meses, es que lo tuyo es arte. Ese es el caso de la familia Calderón y de su magnifica exposición, Calderón Inaudito, ubicada en nuestro espacio cultural, que despedimos ayer con un concierto íntimo de Juan Carlos Calderón.
Ambas han sido experiencias inolvidables, tanto el haber podido albergar una muestra irrepetible, en la que hemos logrado aunar el arte de todos los miembros de esta familia de artistas inauditos, como el haber podido vivir y disfrutar de un acto de clausura a la altura de las circunstancias.
El piano de Juan Carlos y la voz de Susana Sheiman crearon un ambiente que llegó a emocionar al centenar de afortunados que pudimos asistir a un acto que en Fraile y Blanco habíamos medido y planificado al milímetro, conscientes de que una exposición con tanto éxito debía tener un acto final perfecto.
Sí, gracia a nuestra experiencia en la organización de todo tipo de eventos y a los ingredientes, mágicos, de la velada, todo salió a pedir de boca. Nos queda la pena de despedir una muestra única, pero, por encima de todo, la satisfacción de haberla reunido y de habérsela ofrecido a la sociedad cántabra, que la ha disfrutado intensamente.
Desde este espacio queremos agradecer a la familia Calderón su implicación y su esfuerzo, y también a todas aquellas personas que visitado la exposición, que son quienes le dais sentido al esfuerzo que vez a vez realizamos desde Fraile y Blanco para convertir Santander y Cantabria en un referente cultural.
Para los que os la habéis perdido, deciros que podéis “recuperarla” tanto en nuestra WebTV, como en nuestro canal de Youtube y, por supuesto, en la web de Espacio Fraile y Blanco.
De nuevo gracias por estar ahí y… estad atentos, porque llegarán nuevas sorpresas.