Hablamos continuamente de ello. No sólo ha cambiado en los últimos años la forma en la que reservamos en nuestro restaurante favorito para comer, o la forma en la que aprendemos sobre lo que más nos gusta. Incluso los cuentos que los más pequeños de la casa leen han sufrido una evolución y se han convertido en hipermedia.
Hasta la forma de almacenar nuestros archivos ha avanzado. Los álbumes clásicos de fotografías han dado paso a carpetas en discos duros. O, mejor aún, en la nube. Ni siquiera los tenemos físicamente encima, sino que accedemos a ellos cuando queremos, desde donde queremos.
Un síntoma de esta evolución podría ser el precio de almacenar nuestros archivos en la nube, y la significativa reducción que ha sufrido. Por ejemplo: en 1960 almacenar 1GB de archivos costaba ¡10 millones de dólares! En 2010, esta cifra pasaba a ser de 9 céntimos de dólar. Y en 2015: gratis.
En los últimos 30 años, aproximadamente, hemos vivido la era del ordenador personal. Durante este periodo, el PC se convirtió en el centro de operaciones de la vida diaria, tanto a nivel personal como laboral. Por lo que, en algún momento, fue el único dispositivo para el acceso a la información corporativa.
Según la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, la nube personal se encuentra situada entre las tecnologías emergentes más influyentes de este año, por encima de los afamados objetos inteligentes o las impresoras 3D. Su artículo está basado en las investigaciones realizadas por Gartner, una empresa dedicada a la consultoría e investigación de las TI, en el que destaca el hecho de que el impulso de las tecnologías de la nube a nivel personal dará lugar a un cambio hacia los servicios y hará que el tipo de dispositivo sea menos importante, ya que la nube personal se hará cargo de parte de las funciones del mismo.
En este sentido, podemos ver cómo las aplicaciones y servicios en línea están transformando el mercado de la tecnología de consumo para convertirse en los lugares donde los usuarios almacenan contenido y acceden a los servicios personales, empresariales, gubernamentales y de aprendizaje.
Y así lo confirma en su paso por TED, el Profesor de Tecnologías en la Educación Sugata Mitra, cuando dice que esta nueva era está basada en la nube, donde al crear entornos óptimos podremos observar como el aprendizaje ocurre por sí sólo.
Es importante tener en cuenta que la era de la nube personal no supondrá el fin del ordenador personal, su labor sólo se diversifica para trabajar en conjunto con el resto de dispositivos. Sin embargo, las organizaciones seguirán invirtiendo en el cumplimiento de las necesidades de una fuerza laboral cada vez más móvil y los departamentos de TI tendrán que redefinir su papel y adaptar su misión a las cambiantes condiciones del negocio.
Hemos entrado en la era de la nube personal, donde el contenido se almacena en un espacio disponible desde cualquier lugar y cualquier dispositivo, en cualquier momento.
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