En Fraile y Blanco, el curso 2011- 2012 supone el comienzo de una nueva andadura, de una nueva etapa en la que cambian un montón de cosas, pero, por eso mismo también, es un periodo de consolidación de nuestra filosofía y de nuestra forma de trabajar, la misma que nos ha traído hasta aquí y la que ha provocado un cambio que supone una responsabilidad enorme, y una ilusión más grande si cabe.
¿Qué cambia? Cambian nuestras instalaciones, que se expanden geográficamente con la apertura de nuestra sede en Madrid, cambia nuestro catálogo de productos y servicios inauditos -en el que estamos trabajando de lleno y que os presentaremos dentro de muy poco-, cambia Talentya, que en su segunda edición se ha consolidado como foro de referencia en el ámbito de las nuevas tecnologías y la innovación, cambia –mucho y dentro de muy poco- Piquio.com… Muchos cambios y muy importantes, en resumen, cambios de los que os iremos hablando en este espacio.
¿Qué no cambia? No cambia nuestra actitud, la de ofrecer nuestros servicios de forma eficaz, creativa y responsable. No cambia nuestro estilo, que busca siempre la excelencia como máxima garantía ante la complejidad y la competitividad que caracterizan a un mercado que cambia día a día. Tampoco cambian nuestros conceptos base, nuestros mantras: aunque todavía no lo sepas… “Lo Inaudito es posible”, y cuando se trata de contenidos (y hoy, gracias a la Red, todo son contenidos)… “Piensa Hipermedia”.
Crecemos, y eso implica cambios, pero lo hacemos siendo fieles a un modelo que nos ha convertido en lo que somos y al que no renunciaríamos por nada del mundo: la calidad, la creatividad y la innovación, por encima de todo.
Por eso, precisamente por eso… somos Fraile y Blanco.