
El escritor chileno Luis Sepúlveda podría ser, perfectamente, un personaje de alguna de sus propias novelas. Activista revolucionario durante su adolescencia, en la que llegó estar en contacto directo con el mismísimo Salvador Allende, el golpe de estado protagonizado por Pinochet lo convirtió en un huido de la justicia, en un prófugo en su propia patria. Lejos de amilanarse, Luis Sepúlveda soportó dos encarcelamientos y un exilio, en gran parte gracias a su gran pasión, la literatura.