La pregunta del millón que todos los creadores de contenidos se están haciendo hoy en día es: ¿qué veremos en la televisión del futuro? Sin embargo, hay otra pregunta cuya respuesta puede ser igual o incluso más incierta: ¿cómo veremos la televisión en el futuro? ¿Cómo va a ser el televisor?
En la feria anual CES 2016 en la que siempre intentamos adivinar cómo va a ser este futuro, hemos visto alguna propuesta:
LG apuesta por pantallas enrollables OLED completamente flexibles, como una hoja de papel. No sólo hablamos de que el desarrollo de estas pantallas revolucione el mundo de la televisión, sino de todas las pantallas que nos rodean (y que a día de hoy son bastantes): smartphone, ordenador…
También las pantallas cóncavas (que ya hemos visto de Samsung en varias ocasiones) puede que esté el futuro del que hablamos. Estas parecen envolver a quien se sitúa frente a ellas, por lo que se crean unos ambientes más inmersivos. Los gamers pueden sentirse en el propio videojuego.
La coreana LG nos ha sorprendido con otra propuesta: las convexas. Quizá no nos imaginamos una de estas pantallas en el salón de nuestra casa, pero ¿y en una tienda? ¿Y si encima es interactiva? Las posibilidades aumentan exponencialmente.
Otra tecnología que empieza a sonar en el mundo de los televisores es la 8K. Cuando las televisiones 4K están empezando a arrancar, los fabricantes ya están mirando más allá. El 8K mejora (aún más) la nitidez y cuenta con las ventajas de la tecnología OLED, que permite un ahorro de energía hasta de un 55%.
¿Y en cuanto a los contenidos? Esa es la pregunta que en Fraile y Blanco nos hacemos. ¿Apuestas?
